Noticias
El Sodre en primera fila: más de 1.300 escolares rurales vivieron “El lago de los cisnes”

En el marco de una política cultural sostenida desde 2013, más de 1.300 estudiantes de escuelas rurales viajaron desde distintos puntos del país para asistir a una función del Ballet Nacional Sodre. El acceso temprano al arte, como derecho y como experiencia formativa, volvió a convertirse en realidad.
Con el objetivo de fortalecer una sociedad más inclusiva y garantizar la participación de las infancias en la vida cultural del país, el Sodre recibió a más de un millar de estudiantes de más de 100 escuelas rurales de todos los departamentos fuera de Montevideo para presenciar El lago de los cisnes. La producción del Ballet Nacional Sodre, bajo la dirección artística de María Riccetto, en cartel desde el 8 de mayo con una gran respuesta del público, tuvo como espectadores a niñas y niños provenientes de algunos de los rincones más alejados del territorio nacional. Para muchos, fue también la oportunidad de conocer Montevideo y recorrer el Auditorio Nacional Adela Reta. La experiencia, como confirman estudiantes y docentes edición tras edición, deja una huella profunda y un deseo común: volver.
Cada año, el Sodre pone sus espectáculos al alcance del estudiantado de escuelas rurales, creando oportunidades de acceso en condiciones de equidad. Así nació, en el año 2013, el programa En primera fila: escuelas rurales al Auditorio, una iniciativa conjunta del Ministerio de Educación y Cultura ―a través de la Dirección Nacional de Educación y la de Cooperación Internacional y Proyectos―, el Sodre y la Administración Nacional de Educación Pública, mediante el Consejo de Educación Inicial y Primaria.
El programa cuenta además con el respaldo de la Comisión Nacional del Uruguay para la Unesco (Red de Escuelas Asociadas de Unesco) y de diversas intendencias departamentales. De este modo, cada niña y niño del Uruguay profundo puede ejercer su derecho de acceso a la cultura y las artes en una etapa clave para la construcción de su identidad.
Una política pública imprescindible
Desde una perspectiva institucional, acercar a las infancias al mayor auditorio del país y a una compañía artística de excelencia como el BNS se ha consolidado como una política pública imprescindible.
El presidente de la República, Yamandú Orsi, estuvo presente en el Auditorio Nacional Adela Reta para acompañar a las niñas y los niños de las escuelas rurales que viajaron a la capital del país para disfrutar del ballet. Lo esperaban el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía; el director general y la subsecretaria de la cartera, Carlos Varela y Gabriela Verde; los miembros del Consejo Directivo del Sodre ―presidente Luis Pérez Aquino, vicepresidente Alejandra Moreira y consejera Natalia Schiavone―; la directora artística del BNS María Riccetto; la directora de Gestión de públicos, proyectos educativos y sociales, Andrea Fantoni; la titular de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Gabriela Salsamendi; y la coordinadora nacional del Departamento de Educación Rural (DER), Noemí Viscailuz; entre otras autoridades.
El día que llegan al Auditorio Nacional Adela Reta las escuelas rurales de todos los departamentos del país es una fiesta. Para muchos escolares no solo es su primer ballet: es su primera visita a un teatro y la oportunidad de hacer su primer viaje a la capital uruguaya. Les recibe el color y la alegría del Circo El Picadero. Luego de tomarse varias fotos, ingresan a la sala. Este jueves la sorpresa fue mayor cuando, luego de aplaudir al ritmo de “¡qué co-mience, que co-mience!”, a la hora prevista (15 h) el presidente de la República, el ministro de Educación y Cultura, y el presidente del Sodre les dieron la bienvenida, dando cuenta que ellos mismos son oriundos del interior del país, específicamente del departamento de Canelones. Aplausos, gritos, saludos y hasta algún salto de la butaca ―producto de la sorpresa de conocer personalmente al presidente Yamandú Orsi― fueron parte de un espectáculo aparte para trabajadores del Sodre, artistas, prensa y autoridades. El mandatario saludó a todos los escolares de cada departamento del país. “¿Hay alguien del departamento de Canelones acá?”, preguntó desde el escenario. Los que llegaron de ahí lo saludaban con un “¡Síííííí!”, mientras sacudían banderas y carteles de su escuela. Siguieron los que viajaron desde Lavalleja, Rocha, Paysandú…, de todas partes. Al finalizar la obra, consultado en rueda de prensa acerca de esa “hinchada muy particular” que tuvo en el Auditorio Nacional Adela Reta, Orsi apreció la atención puesta por los escolares a El Lago de los cisnes y valoró positivamente tanto el programa para las escuelas rurales como el producto presentado por el Sodre.
“Esto ya tiene unos años. Cuando empezó yo tenía algunas dudas de cómo podía funcionar y creo que estamos en el camino correcto. Por supuesto que esto tiene una flecha para el otro lado: llevar el Sodre, el arte, lo que se produce en este lugar del país y en otros, intercambiar un poco más en el territorio”, expresó el presidente de la República. Añadió que hay que “insistir” con esto, porque “no todo el mundo puede pagarse una entrada, pagarse un pasaje”. Para el mandatario debe ser “un ida y vuelta”.
Ya el presidente del Consejo Directivo del Sodre, Luis Pérez Aquino, les había explicado al público infantil del interior profundo de Uruguay, antes que comenzara la obra, que el programa En primera fila: escuelas rurales al Auditorio está dedicado a ellos, que se había fundado en 2013 y que solo se había suspendido una vez, en pandemia. Anunció ante los destinatarios del mismo que “la idea es repetirlo más veces al año”. Para Pérez Aquino es un “orgullo” continuar con este programa “emblemático” del Sodre, por lo que planea “potenciarlo”, según había adelantado antes de ingresar a la Sala Eduardo Fabini.
El ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, les dijo que “ir a lugares donde se genera cultura es muy importante”. Acotó: “Venir a la capital, visitar lugares tan lindos que son nuestros, que son de todos es también una manera de decir que tenemos derechos, de estar en el lugar donde estamos, a disfrutar, a crecer con alegría y tener acceso a la cultura”.
Este concepto está encarnado en quien actualmente está al frente de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP): Gabriela Salsamendi. Considera que concurrir a ver un espectáculo del Sodre es “un día de fiesta para los niños, para las maestras, para los colectivos, y para las auxiliares que acompañan”. La jerarca de la ANEP reflexionó que “es la oportunidad de acercar un espacio de cultura que los niños no tienen cerca de su casa o de su escuela”. Por su parte, la coordinadora nacional del Departamento de Educación Rural, Noemí Viscailuz dijo: “Para nosotros es un día inolvidable, para todas las comunidades rurales, para nuestros niños, para nuestros docentes. No se olvida. Es la oportunidad de emocionarse y sorprenderse frente a la belleza del Sodre y del ballet”.
La felicidad en el rostro de nuestro público infantil
Como en cada oportunidad en que las escuelas concurren al ballet, cada escolar recibió el programa de mano de El lago de los cisnes en formato comic, con texto e ilustraciones a cargo de Nicolás Peruzzo, previo al ingreso a la Sala Eduardo Fabini. De todos modos, algunos ya conocían el argumento. Así lo relató Ana Cristina Duarte, directora de la Escuela 91 de Punta Colorada, Maldonado: “Un mes y medio de muchas ilusiones, trabajando con la obra. Venimos expectantes de ver en la realidad todo lo que se pensó, soñó e imaginó”.
“Sentí que fue una emoción muy linda, lo hicieron muy bien y se nota que hay que trabajar mucho para hacer esto”, expresó Luciano (9) quien llegó desde San Gabriel, Florida. Para Maika (10), de la Escuela 30 del Treinta y Tres, el punto álgido fue el final de la obra: “la última parte cuando [el príncipe Sigfrido] la levanto [a Odette] para arriba”.
Durante sesenta minutos, más de mil trescientos rostros resplandecientes, siguieron el espectáculo, sin distracciones, con la mirada fija en bailarines, deslumbrados con la escenografía y el vestuario. Es que llegar a Montevideo, visitar el mayor auditorio del Sodre, ver al Ballet Nacional, disfrutar de El lago de los cisnes, ser recibidos por una compañía de circo, por personal técnico, funcionarios, jerarcas, camarógrafos, fotógrafos y periodistas de todos los medios de comunicación y hasta por el presidente de la República fue motivo de emoción y mucha alegría para quienes viajaron desde sus escuelas rurales, recorriendo ―en muchos casos― un largo trayecto.