Gala 24
DanzaGala Escuelas Sodre
TRES HOLOGRAMAS
Coreografía: Martín Inthamoussú
Música/Compositor: Jorge Drexler
Maestros asistentes: María Noel Bonino, Sergio Muzzio, Sofía Sajac
Diseño de vestuario: Gerardo Egea
Diseño de iluminación: Fernando Scorsela
Producción: Ballet Nacional Sodre | Auditorio Nacional Sodre
Intérpretes: Ballet Clásico Juvenil
Estreno mundial: 20 de octubre de 2013 |Ballet Nacional Sodre
Duración: 23 minutos
La idea para Tres hologramas, obra que crearon Martín Inthamoussú y Jorge Drexler y que tuvo el estreno mundial del BNS en 2013, surgió de un texto que tenía el músico. Ese texto, que en la obra aparecerá reflejado en una canción, habla sobre un hombre que ve un haz de luz que le recuerda a uno que veía de niño y que le dispara recuerdos. Inthamoussú trabaja sobre el recuerdo y principalmente sobre el olvido, sobre memorias que parecen desaparecer, pero que de pronto se activan por un olor o un sonido.
«Los bailes colectivos se lucen con soltura, fluidez y precisión demostrando, una vez más, la técnica que estos jóvenes aprendieron de su maestro. Una de las características que hacen de este un espectáculo de ballet moderno fresco, atractivo y completo. El dinamismo de las danzas grupales contrasta con los momentos en los que el protagonista está solo alumbrado por un foco de luz. El vestuario colorido y sobrio, al igual que las luces, acompañan el lirismo de la música y la danza de esta obra imperdible», comentó la comunicadora Lucía Cohen con motivo de esa temporada.
Carlos Reyes describe: «la pieza habla de un individuo enfrentado a sus propios recuerdos. Pasado, futuro y presente aparecen como tres hologramas, barajando sueños que quedaron atrás, deseos postergados, dolores ya olvidados y todo el mar de sensaciones que contiene la existencia de todo hombre».
TANGO ANDRÓGINO
Estreno para el Ballet Clásico Juvenil
Coreografía: María Inés Camou
Música: Dimitri Shostakovich – Quinteto para piano y cuerdas op.57 (Movimiento II y III)
Maestros asistentes: María Noel Bonino, Sergio Muzzio, Sofía Sajac
Diseño de vestuario: Julio Minetti
Diseño de iluminación: María Noel González
Escenografía: Talleres de Utilería del Auditorio Nacional del Sodre
Intérpretes: Ballet Clásico Juvenil
Duración: 13 minutos
“Aunque lo masculino y lo femenino han sido los dos lados del gran dualismo radical, en realidad siempre se están entremezclando. El líquido se solidifica y el sólido se derrite. No existe ningún hombre completamente masculino ni ninguna mujer completamente femenina”.
Margaret Fuller
La idea surge desde una perspectiva andrógina como construcción de un nuevo género en este nuevo siglo. La identificación genérica de hombre y mujer se diluye, se cuestiona para dar paso a un concepto de androginia como la capacidad de un mismo individuo de expresar rasgos masculinos y femeninos. Vivimos un proceso de desconstrucción de lo que culturalmente se atribuye a lo femenino o masculino y dar paso a individuos más andróginos. Aunque lo masculino y lo femenino han sido dos lados del gran dualismo, en realidad siempre se están entremezclando.
En el mundo contemporáneo la danza del Tango ha logrado expresar la unidad de toda dualidad más allá del género ya que en sus orígenes fue un instrumento activo en el proceso de integración del individuo en la nueva sociedad que se gestaba: lo ayudó a elaborar sus conflictos, sus pérdidas, su desintegración en la ansiosa búsqueda de una nueva identidad. Este proceso se sublimó en una danza de abrazo que se llamó Tango y que expresó la unidad de lo diferente, la diversidad de roles, teniendo la función de unificar, incluir, un espacio donde las diferencias se sumen. Así, el Tango logró, en la unidad del abrazo, elaborar las diferencias, transformar lo distinto e incluir al otro.
La coreografía parte de la imagen de la fragmentación, de desconstrucción, de los cuerpos de seis bailarines para reconstruir una nueva identificación genérica andrógina que, expresada a través de la simbología del tango en la búsqueda de la unidad de toda dualidad, transitará en tres diferentes vínculos donde lo masculino puede ser más femenino y lo femenino más masculino, diluyendo así las barreras genéricas.
NO SUMA CERO
Coreografía: Andrea Arobba
Música: Carson Dub – Jody Barr, Deadbeat | Attack/Transition – Alva Noto, Ryuichi Sakamoto. | The Infamous – Robytek vs Shield
Diseño de iluminación: María Noel González
Intérpretes – creadores: Estudiantes de segundo año de la Tecnicatura en Danza Contemporánea
Duración: 18 minutos
La teoría de juegos describe y califica las interacciones entre personas. Hay juegos competitivos en los que un participante gana y otro pierde. El que vence obtiene un punto, y al vencido se le resta un punto. Uno, menos uno, suma cero. Pero también existen las interacciones cooperativas. Instancias en que dos o más personas unen sus esfuerzos en torno a un objetivo que los beneficia a todos, y en las que cada participante obtiene puntos sin que haya ninguna resta. A esos juegos se les llama “no suma cero”. La sociedad, a pesar de sus tensiones y contradicciones, es un gigantesco juego “no suma cero”. En esta pieza, los participantes manifiestan tanto individualidad como pertenencia. Cada uno es un todo, que forma parte de un todo aún mayor. Y que nunca, nunca suma cero.
Apto para todo público.
Edad máxima (inclusive) con acceso gratuito permitido: 3 años.