VANIDAD, una obra flamenca

“VANIDAD, una obra flamenca” pone a dialogar diversos lenguajes artísticos -el baile, la música, la actuación, el audiovisual y la poesía- para contar la peripecia de dos mujeres que se encuentran a sí mismas de la mano de una viajera que les marca el rumbo. Un camino de la oscuridad a la luz, del exceso a la simpleza, del ego al ser auténtico. En el universo de la apariencias -superficial y perverso, cuyo parecido con la realidad no es pura coincidencia-, donde predominan los adornos, los excesos, los vínculos falsos, los secretos, los mandatos, el amor mercantil y la cultura de la imagen, se enmarca el relato de dos bailaoras buscando escapar de su cárcel personal. Inician el viaje, cargando con el peso del equipaje, en soledad y en compañía, yendo hacia afuera y hacia adentro. Reflejo del viaje de la vida de todxs, en definitiva.

La obra está contada a la luz del Eneagrama, una herramienta psicológica milenaria, popularizada por Claudio Naranjo, que considera a la vanidad como una forma hipercivilizada de ser, en la que vamos fabricando máscaras para sobrevivir en este mundo. Con esta obra, las creadoras se desenmascaran y desenmascaran aspectos oscuros de la naturaleza humana.

De acuerdo con la naturaleza del arte y la cultura como reflejo de la realidad, la propuesta puso en escena algunas de las temáticas que atravesamos como humanidad actualmente, tales como: la cultura del exceso, el consumo y la imagen versus lo simple, lo orgánico y lo auténtico; la productividad, la exigencia y el cansancio físico, mental y emocional en el que vivimos cotidianamente; la hipersexualización social y el lugar de la mujer como objeto de consumo; la apariencia como premisa principal para la existencia en contraste con el instinto y la animalidad; el vacío como amenaza y la necesidad de llenarlo como sea. En este sentido, la búsqueda creativa propia tenía la pretensión de mostrar estos aspectos, a modo de generar una identificación y motivar otras búsquedas, además de generar una cierta catarsis por parte del espectador, escenificando escenas de la vida cotidiana que podía conectar con su propia experiencia.

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Nadia Bukowski e Isabel Rojo vienen haciendo un camino dentro del Arte Flamenco desde hace tres décadas, formándose con diversos referentes de nuestro medio e internacionales, así como participando en importantes proyectos del Flamenco en Uruguay. En 2015, luego de ganar el Fondo Concursable para la Cultura, estrenan su ópera prima “Ella (también) soy yo”, en la que -utilizando al Arte Flamenco como lenguaje central- se contaban historias de cinco mujeres uruguayas y de nuestro tiempo. La obra tuvo un gran impacto por su original, sacando al Flamenco del formato tradicional de típico tablao andaluz, reivindicando el Flamenco hecho por y para uruguayos y, haciendo dialogar este lenguaje tan propio, y tan celoso de sí mismo, con otras artes, tales como el audiovisual, la interpretación y la poesía. Asimismo, la obra marcó en nuestro medio el precedente de investigar profundamente el vasto espectro de climas emocionales que caracterizan al Flamenco y sus posibilidades expresivas a través del baile, en favor de potenciarlas al máximo, habilitando un contexto escénico regio para generar en los espectadores una afectación. Siguiendo con esta línea de trabajo, y la integración de un proceso de conocimiento personal que recorren ambas, redoblan la apuesta con “VANIDAD, una obra flamenca” donde mantienen la premisa de poner a  dialogar diversos lenguajes artísticos -el baile, la música, la actuación, el contenido audiovisual y la poesíapara contar historias que nos atraviesan como humanos, con una impronta fuertemente emocional. Atreviéndose a compartir sus propias historias, desenmascarándose frente al público en sentido amplio y estricto.