Lugar
Auditoio Adela Reta
Transmisión online desde la Sala Eduardo Fabini
La transmisión es gratuita a través del canal Youtube del Sodre y de la Dirección Nacional de Cultura del MEC
Género
Música
Fecha
10 JUN 2021
Hora
20 h a 22:30 h
Calificación
Apto todo público

Azar, Bedó, Díaz, y Salas
El trío conformado por Ernesto Diaz junto a Diego Azar y Alvaro Salas, se dedica a la improvisación de canciones del repertorio en portuñól de Ernesto Díaz así como de algunas del repertorio de Diego Azar, tanto de la Orquesta SubTropical como de sus discos Almohadones y No.
A fines de 2019, se sumó a la agrupación el legendario pianista uruguayo Andrés Bedó con quien tocan hasta la fecha.
Un espectáculo musical basado en la conversación rítmica y la libertad interpretativa, tomando como excusa, canciones.
Diego Azar – Guitarra eléctrica y voz
Andrés Bedó – Sintetizador y voz
Ernesto Díaz – Guitarra criolla y voz
Álvaro Salas – Percusión
Pilar Apesetche
Pilar es una cantautora de folclore nacida en Tacuarembó.
Su repertorio comprende autores que van de Gardel hasta Amalia de la Vega- con especial énfasis en el folclore uruguayo-, su propia obra y otras inéditas que le fueron confiadas para que las interpretara.
Dentro del programa del concierto presenta parte de su primer disco ‘La flor de la higuera’, de próxima edición.
Según la artista este disco es un tributo a las tradiciones, al legado que dejan los antepasados, pero sobre todo es un homenaje a su querida abuela.
Voz Pilar Apesetche
Guitarras Thiago Hernández y Enzo Fernández
Acordeón Daniel Rosa
Bajo Andres Puppo
Sobre ‘La flor de la higuera’
Según la tradición, durante la Noche de San Juan Bautista el invocador de la Flor debía colocarse bajo la higuera a esperar que su mágica y única flor saliera desde entre las ramas.
Algunos decían que se abría ante los ojos del observador, como lo harían esas flores de las cámaras aceleradas en los documentales de botánica.
Para otros, en cambio, la flor caía desde las ramas y debía ser recogida como un copo de nieve, acto en el cual se convertía instantáneamente en oro. Si se la deja tocar el suelo, se desvanece y desaparece sin dejar huella, por lo que los brujos recomendaban extender sobre el piso una sábana o manto blanco de cierto material, para no perderlas.
Eugenio Pereira Salas, rescató estos versos sobre los beneficios de su aparición:
Ya con esto nomás digo,
florcita de primavera.
En la noche de San Juan
se ve la flor de la higuera;
se ven las riquezas buenas,
como Dios las facilita,
la mañana de San Juan,
hasta el agua está bendita.
El mito también puede encontrarse entre los indios guaraníes, quienes la esperan para la noche del Viernes Santo.
Lo que alimentó el mito durante siglos es que la flor de la higuera no es visible, sin embargo está ahí, porque botánicamente hablando sin flores, no hay fruto.
La flor de la higuera es una flor que no existe, pero que, sin embargo, es más real que todas las flores de todos los jardines del mundo. Representa, del mismo modo, una búsqueda eterna e inalcanzable. No tiene principio ni fin, sólo un siempre.
Mi abuela era mi flor de la higuera, haberla disfrutado en vida fue riqueza y felicidad para mi. Hoy no es físicamente visible, pero esta presente siempre en mi su fruto. Es parte de los que soy y este adelanto del álbum musical que estoy trabajando es el fruto que ella inspiró.
La flor, de alguna manera, está entonces en la propia persona que la busca. No existe afuera.
