Auditorio:
Nelly Goitiño
Sala:
B
Funciones:
sábado 27 y domingo 28 de febrero | 17h
Género:
Cine
Duración:
80 minutos
En 1982 la Dictadura militar argentina decide invadir las Islas Malvinas. Usando únicamente material de archivo televisivo generado por los medios de comunicación oficiales de la época, la película intenta reflexionar sobre la necesidad que tiene el poder para crear conflictos épicos y cómo logra de esta manera manipular a la sociedad. A más de treinta años del conflicto y sabiendo el resultado final, es interesante ver cómo se manipula desde la generación de imágenes la realidad. La película solo muestra un lado de la historia, el lado generado por el aparato mediático oficial. Un lado donde se fue ganador hasta el último momento, y allí radica la intención provocadora constitucional del film.
Corre el año 1982. Abrumada por los conflictos sociales y una profunda crisis económica, la Junta Militar argentina lanza una operación militar para ocupar las Islas Malvinas y derrota a la pequeña guarnición británica, ubicada a 500 km del continente.
El objetivo era distraer a la población de las tensiones internas y recuperar su confianza. El gobierno militar intentó por todos los caminos -y apeló a estrategias de propaganda- para convencer a los argentinos de la validez de su causa.
Mediante el uso exclusivo de fragmentos televisivos del programa de TV 60 Minutos, 1982 resume la campaña mediática que se llevó a cabo durante los 74 días de la guerra, cuando las tropas argentinas intentaron recuperar las islas ocupadas por los británicos desde 1833.
En estas transmisiones, presenciamos como conductores de noticieros solicitan a los espectadores que donen fondos par adquirir armamento y municiones, invitándolos a cantar el Himno Nacional en sus hogares; somos testigos de instancias en las que periodistas dan la bienvenida a líderes militares y los honran com a héroes cuando éstos se presentan “espontáneamente” en el estudio de televisión.
En todo momento, se celebra la importancia de la misión a la que se enfrenta la patria. El material de archivo que compone la película es aquí el verdadero objeto de estudio. 1982 refleja, por sobre todas las cosas, el poder de los medios de comunicación, ejemplifica cómo la propaganda puede canalizar y determinar las opiniones políticas y elecciones del pueblo.
El uso de un montaje basado en pantallas dentro de pantallas, reminiscente a los recursos de edición típicos de la época, nos transporta al pasado, al living de la casa de una familia argentina tipo. La película nos invita a ponernos en su lugar, a mirar al mundo desde sus ojos.
No podemos evitar reconocer la colosal operación llevada a cabo, al presentar solamente “buenas noticias” en diarios y televisión. Pero a la vez resulta difícil no ser seducido tanto por la ingenuidad como por la perversión que este dispositivo representa. Aunque décadas después ese castillo de naipes se ha derrumbado, 1982 comprende nuestra necesidad de que se nos mienta en nombre de la esperanza.
Argentina, Brasil, 2019
Dirección y guión:
Lucas Gallo
Producción:
Santiago Guidi
Producción ejecutiva:
Diego Barredo, Aurelio Tomás
Edición:
Javier Falchi